poesia chilena
La antigua calle empedrada
del barrio donde viví mi niñez
esta intacta en mis recuerdos
grabada con intensidad en mi memoria
Los caminos que transité
aun registran mi paso por ellos
los amores que gocé
recuerdan los estertores del placer
Las sombras que ampararon mis desaciertos
pueden ser testimonios de ellos
el sabor de los besos prohibidos
está intacto en alguna parte de mi
La forma de los pechos que acaricie
se presenta con exactitud en mi mente
- porque nada, ni nadie muere
- algún misterio transforma todo
Lo cambia a su antojo
como lo ha hecho desde el principio
- lo hará hasta el final
- pero, el final, que conocemos
Luego vendrá otro ciclo
donde todo seguirá transformándose
no sabemos que; ni en que
- porque esto no acaba
Continuara hasta la perpetuidad
a esa eternidad que nos conduce
por el camino que andamos
para llegar a unirnos con el absoluto
El sublime; la gran figura
de la cual alguna vez
nos desprendimos
como células de un solo cuerpo
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